Las geomembranas son materiales sintéticos utilizados en ingeniería civil y ambiental para la impermeabilización de suelos y estructuras. Están compuestas típicamente de polietileno, polipropileno, PVC u otros polímeros, y se utilizan para prevenir la filtración de líquidos en diferentes aplicaciones.

Estas membranas se colocan en áreas donde se requiere una barrera impermeable, como en vertederos, embalses, estanques de retención, canales de riego y proyectos de control de contaminación. Su instalación ayuda a prevenir la migración de líquidos contaminantes al suelo y las aguas subterráneas, protegiendo así el medio ambiente.

La elección de la geomembrana adecuada depende de diversos factores, como la composición del suelo, el tipo de líquidos presentes y las condiciones climáticas. Su versatilidad y durabilidad las hacen fundamentales en proyectos de ingeniería para garantizar la gestión sostenible de recursos hídricos y la protección del entorno. En resumen, las geomembranas son una herramienta crucial para la impermeabilización y la preservación ambiental en diversos contextos.