Las geomallas biaxiales se utilizan principalmente como refuerzo en aplicaciones de estabilización de suelos, sobre todo porque su estructura simétrica es capaz de proporcionar la resistencia necesaria y un efecto de confinamiento. La resistencia a la tracción y la geometría de estas geomallas suelen ser simétricas, con resistencias a la tracción de 20 a 300 (o incluso más) kN/m; además, las formas del polímero y de la abertura pueden variar en función de las propiedades de tracción y de relleno requeridas.