Los andenes mecánicos, también conocidos como pasarelas móviles o pasillos rodantes, son estructuras diseñadas para facilitar el desplazamiento de personas en espacios privados o públicos, como aeropuertos, centros comerciales, estaciones de tren o grandes edificios. Estos dispositivos se componen de una serie de plataformas móviles conectadas entre sí que se desplazan continuamente en un circuito cerrado, permitiendo que los usuarios se muevan de un punto a otro con mayor rapidez.
La estructura básica de un andén mecánico consta de una serie de pasos o peldaños, generalmente fabricada con materiales resistentes como acero inoxidable, aluminio o materiales compuestos, que se desplazan de manera continua sobre un sistema de rodillos o cadenas ubicados en la base de la estructura. Estos pasos están diseñados para soportar el peso de múltiples personas al mismo tiempo y se mueven a una velocidad constante, brindando un traslado fluido.
La seguridad es un aspecto fundamental en el diseño de los andenes mecánicos. Por eso, estos dispositivos suelen contar con sistemas de sensores y dispositivos de seguridad que detectan obstrucciones, evitando así posibles accidentes. Además, suelen tener barandillas a ambos lados para garantizar la estabilidad de los usuarios durante el desplazamiento.
Los andenes mecánicos se encuentran disponibles en una amplia gama de tamaños y capacidades, desde modelos cortos diseñados para conectar distintos niveles dentro de un edificio hasta otros mucho más extensos utilizados en aeropuertos o estaciones de transporte público.
En términos de mantenimiento, estos dispositivos requieren un cuidado regular para asegurar su funcionamiento óptimo. Esto implica la revisión periódica de los componentes mecánicos, lubricación de piezas móviles, inspección de sistemas eléctricos y electrónicos, entre otros procedimientos, para garantizar la seguridad y eficiencia de su operación.