Están fabricados en madera, lo que les da un aspecto cálido, rústico o elegante, dependiendo del acabado. Los cofres de madera pueden ser rústicos, vintage, modernos o personalizados, adaptándose a diferentes estilos de decoración. Algunos incluyen herrajes metálicos, grabados o pinturas que los convierten en piezas únicas y llamativas. Son ideales para guardar objetos como ropa, juguetes, documentos o recuerdos personales. Funcionan como elementos decorativos en salas, dormitorios o incluso oficinas, aportando un toque de estilo y funcionalidad.