La instalación de pisos laminados implica preparar el área, acoplar los materiales, instalar una barrera de vapor para proteger contra la humedad, colocar las tablas comenzando desde una esquina y dejando espacio de expansión, y cortar las tablas según sea necesario para ajustarse a la forma de la habitación. Este proceso requiere precisión y cuidado para asegurar un acabado duradero y estéticamente atractivo.