Los mosaicos que ofrecemos al público están construidos a una presión de 80 a 100 kilogramos con el fin de obtener el grado máximo de dureza o consistencia Esta dureza aumenta con el transcurso del tiempo debido a la hidraulicidad de las materias de que se compone y también alcanza mayor endurecimiento con la humedad y el continuo lavado A la calidad dicha es debido que los colores sean más fijos y permanentes por estar además íntimamente ligados con el mosaico casi desde la mitad de su grueso o espesor
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