El pintado se realiza con un tratamiento químico previo para alta adherencia de la pintura y posterior recubrimiento plástico de poliuretano sólido que es fundido al horno a más de 220º y proporciona una cobertura de extraordinaria durabilidad, resistencia y el acabado con la máxima calidad disponible en el mercado. Este proceso en especial nos diferencia de los demás y es muy superior, por ejemplo, al de la pintura de los automóviles.

Usamos ballestines(los elementos diagonales) de medidas diversas, para que la geometría de los ángulos nunca se acerque a los 90 grados, además de unos deslizadores de Nylon® de duración superior a 30 años, para nunca realizar más esfuerzo que el que se realiza con un solo dedo.
Las bisagras llevan un engrasador y un rodamiento de bronce, para no chirriar jamás y siempre girar muy suaves. La guía inferior queda fijada por un pivote inoxidable que se encasta en el suelo, el agujero tiene una tapa accionada por un resorte que garantiza la limpieza del mismo.