Los muros aplanados y repellados son técnicas comunes en la construcción para mejorar la apariencia y durabilidad de las paredes. El proceso de repello implica aplicar una capa de mortero sobre la superficie de los muros, proporcionando una base uniforme y lisa para el acabado final. Por otro lado, el aplanado se refiere al proceso de aplicar una capa delgada de mezcla de cemento y arena sobre el repello, brindando una superficie suave y nivelada lista para recibir pintura u otros revestimientos decorativos. Estos procedimientos mejoran la estética y protección de las paredes, a la vez que refuerzan su resistencia y durabilidad.