Los ladrillos oscuros pueden ser utilizados en la construcción de edificaciones con fines estéticos, para proporcionar un contraste visual o una apariencia distintiva en la arquitectura. Además, su color oscuro puede contribuir a absorber y retener el calor, lo que puede ser beneficioso en ciertas aplicaciones, como en la construcción de paredes exteriores para mejorar el aislamiento térmico.